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¿Cómo lavar las zapatillas? ¿Cómo cuidarlas y extender su vida útil? ¿Por qué no deberías meter las zapatillas en el lavarropas?

Desde Pataletas te damos las respuestas a estas preguntas que son las más comunes. Acá te van algunos consejos para cuidar las zapatillas de tus peques y que te duren más.

Primero, lo primero: ¡No metas las zapatillas al lavarropas!

 Por qué no deberías meter las zapatillas en el lavarropas

No importa la marca, el modelo, o el material de las zapas, no deberías meterlas al lavarropas.

Aunque parezca práctico, hacerlo puede afectar seriamente la vida útil del calzado y alterar su aspecto.

¿Por qué?

Cuando colocamos las zapatillas en el lavarropas, se someten a ciclos de centrifugado que son muy agresivos para su estructura.

Las suelas, el pegamento y los materiales delicados, como la malla o los tejidos, no están hechos para resistir este tipo de movimiento y la fuerza del agua.

Con el tiempo, pueden aparecer grietas en las suelas, despegarse las partes pegadas o deshilacharse los tejidos, haciendo que las zapatillas se vean viejas o dañadas antes de tiempo.

Entonces… ¿Cómo mantenerlas limpias sin arruinarlas?

Desde Pataletas te dejamos unos consejos sencillos y efectivos para que tus zapatillas luzcan siempre como nuevas:

  • Limpieza Manual: Tómate unos minutos para limpiarlas a mano. Usa un paño húmedo o una esponja suave con un poco de agua tibia y jabón neutro. Frota suavemente la superficie, especialmente en las áreas más sucias, y enjuágalas con otro paño húmedo. Esto evitará el daño que provoca la fricción excesiva.
  • Cepillo para las Suelas: Las suelas suelen acumular bastante suciedad. Usa un cepillo de cerdas medianamente duras, como un cepillo de dientes viejo, para limpiar los bordes y ranuras. Si están muy sucias, un poco de agua y jabón te ayudarán a quitar el exceso de tierra o barro sin afectar el resto de la zapatilla.
  • Secado al Aire Libre: Evita las fuentes de calor directas como secadoras o estufas, que pueden deformar los materiales o hacer que se despeguen las partes pegadas. En su lugar, déjalas secar al aire libre, en un lugar a la sombra y ventilado. Esto mantendrá la forma y elasticidad de los materiales.

Cuidar las zapatillas con estos métodos no solo las mantendrá limpias y en buenas condiciones por más tiempo, sino que también te ahorrará dinero, al evitar tener que reemplazarlas pronto. Es clave que no esperes a que estén detonadas de mugre para limpiarlas.

¡Con un poco de cariño, las zapatillas favoritas de tu peque podrán acompañarlo en cada paso por mucho más tiempo!